El Camino de Santiago


¿Inquietud cultural?, ¿motivos espirituales?, ¿aventura?, ¿reto personal?, ¿una forma original y diferente de hacer turismo? Estas son sólo algunas de las razones que mueven desde hace años a millones de peregrinos a recorrer el Camino de Santiago. Una ruta por España que es una experiencia para muchos inexplicable, y que casi todos quieren repetir.

Le aseguramos que adentrarse en el Camino de Santiago es una aventura apasionante e inolvidable. Se trata de una manera distinta de conocer el norte de España a través de distintos itinerarios cuya meta es la catedral de Santiago de Compostela, en Galicia, donde se encuentra la tumba del apóstol Santiago. Esta red de caminos jacobeos fue declarada en 1993 Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Pero, ¿por qué recorrer el Camino? ¿se ha planteado qué tiene de especial este viaje por el interior de nuestro país? ¿por qué cada año atrae a miles de personas?

Acercarse a la naturaleza: Hacer el Camino de Santiago supone penetrar en paisajes llenos de contrastes entre mesetas y montañas, entre prados y costas. Es una ruta en la que los espacios naturales se suceden sin pausa. Así, en el trayecto le aguardan parques nacionales y recursos ecológicos excepcionales, como las cumbres de los Pirineos; la ribera del Ebro y sus fértiles huertas; las grandes llanuras de Castilla y León, con sus campos de cereales; la ascensión a grandes puertos de montañas; y los pastos y prados verdes de Galicia o Asturias.

Sentirse atraído por la cultura de España: Casi cada recoveco de la ruta jacobea esconde una sorpresa en forma de arte, cultura y monumentos. A su paso se encontrará con catedrales, puentes, calzadas romanas, monasterios, palacios, mansiones señoriales, casas de arquitectura popular… miles de edificios de un valor incalculable. Además de conocer este rico patrimonio histórico, el Camino también brinda la oportunidad de participar de las fiestas, el folclore y gastronomía de la zona. Desde luego, ningún otro viaje permite un acercamiento tan intenso a la realidad de un lugar.

Conocer gente muy diversa: Durante la ruta, el peregrino nunca se va a sentir un extraño. Va a conocer gentes hospitalarias, personas desconocidas que en ocasiones incluso son capaces de ofrecer sus casas para guarecer al viajero. En esta travesía, el caminante vive momentos únicos con peregrinos de todas las edades, llegados de diversas partes del mundo, en los albergues, en los senderos o en la carretera.

Sean cuales sean los motivos, está claro que recorrer el Camino de Santiago es una experiencia gratificante. Le invitamos a que lo compruebe y a que se deje atrapar por esa magia única que desborda este recorrido tan especial por el norte de España.

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